La Victoria revolucionaria de ayer 14 de Abril exige una profunda reflexión, un
desapasionado análisis y una minuciosa revisión, para poder perfilar
efectivamente las acciones a tomar en esta nueva etapa de la Revolución
Bolivariana. Ciertamente el margen de la victoria nos sorprendió a propios y
extraños en virtud del claro respaldo recientemente obtenido por el Comandante
Presidente Hugo Chavez, en las pasadas elecciones del 7 de Octubre de 2012. Lo
primero que debemos reafirmar es que está ha sido la primera victoria electoral
de la revolución sin la presencia física del Comandante Presidente Hugo Chávez,
lo que reviste especial consideración si tomamos en cuenta su insuperable e
incomparable liderazgo ya arraigado en el corazón del pueblo. Su palabra
se convirtió en guía en todo momento de nuestra revolución y hasta su
inesperada ausencia física, era prácticamente impensable. Mucho menos
considerar siquiera alguna figura de relevo para la dirección del estado
venezolano y de la Revolución. En ese sentido los revolucionarios acatamos la
instrucción de elegir al Camarada de Nicolás Maduro y construimos en muy poco
tiempo su liderazgo como un nuevo referente de la continuidad de la revolución
en nuestro país. No es poca cosa lo que hemos logrado y en particular la
calidad revolucionaria con la que el Camarada Nicolás Maduro ha logrado asumir
la gigantesca responsabilidad de suceder en solo 30 días al gigante político
mundial de los últimos tiempos. En contra parte el oposicionismo continúa su
lucha antidemocrática y desleal de la mano de un “liderazgo” que sin propuesta,
sin discurso y con repetidas mentiras, ciertamente ha logrado consolidar la
idea en sus seguidores de que es posible ganarle al chavismo, lo cual sigue aún
sin conseguir. Junto a la asquerosa guerra psicológica han sumado la
guerra económica y el saboteo eléctrico como estrategia electoral, de la mano
de unos medios de comunicación nacionales e internacionales, que bien han
sabido construir una imagen falsa del nuevo líder revolucionario y en contra
parte ensalzar la figura de un pésimo gerente público como lo ha sido Capriles,
haciendo ver que sus consecutivas derrotas electorales son sendas victorias
contra el chavismo. Pues sin descuidar la ardua y difícil tarea que nos toca en
la conducción de esta nueva etapa de la revolución: EFICIENCIA O NADA, lo
cierto es que CAPriles vuele a ser el. GRAN PERDEDOR del proceso electoral;
nunca antes un candidato con semejante apoyo económico y mediático ha
conseguido dos derrotas consecutivas. Sus partidarios seguirán engañados
creyendo que aunque perdieron, ganaron. Allá ellos con su sesgado y subjetivo
análisis. A nosotros si nos corresponde apoyar con mayor ahínco al ahora
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA NICOLAS MADURO
MOROS. Celebrar en PAZ el triunfo y sobre todo seguir construyendo con
ALEGRIA y con AMOR, LA PATRIA que heredamos de Nuestro Padre Comandante Hugo
Chávez. Por lo pronto debemos estar alertas, todo el pueblo organizado y
movilizado, ya que el DERROTADO no acepto, lo que expreso la MAYORIA DEL PUEBLO
VENEZOLANO en las Urnas electorales. Incluso ante sus llamados irresponsables a
la violencia. NO VOLVERAN!!!
Hugo Cabezas
LA MARICA SE VOLVIO LOCA NO QUIERE PIPE AHORA QUIERE MUERTO ESTAMOS JODIDO CON ESTE MARICON CON GUSTO YANQUIS
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