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domingo, 9 de junio de 2013

Crisis o Guerra económica?

Uno de los grandes logros del oposicionismo fascista venezolano es el haber posicionado a través de sus medios de comunicación, matrices de opinión que por mas irracionales que sean terminen siendo aceptadas, asumidas y más tarde defendidas con vehemencia por quienes aún no son capaces de distinguir entre la realidad fáctica y la realidad virtual creada por dichos medios. Eso pasa actualmente con la “crisis” económica que es en realidad una guerra económica contra el pueblo.

En Venezuela desde la llegada del Comandante Presidente al poder en el año 1998, vivimos una “guerra económica” caracterizada por tres elementos: el intento permanente de la burguesía parasitaria por hacerse con el control de PDVSA; la manipulación en la producción y distribución de alimentos; y la especulación en el alza de los precios. Todo esto orquestado y sistemáticamente aplicado por la derecha para generar caos, zozobra y sobre todo malestar en la población.

En todo este proceso existe un elemento de especial consideración y es la necesidad que el pueblo identifique al culpable de la situación que padece. La derecha con sus medios han logrado posicionar la idea que el culpable de la crisis es el Gobierno Revolucionario, buscando con ello no solo malestar general sino afectación entre los seguidores del proyecto bolivariano.

Identificar el culpable es una tarea de enorme importancia que bien el Comandante Presidente Hugo Chávez supo argumentar, explicar y difundir no solo para sincerar la realidad de las cosas, sino además para motivar las actuaciones populares y gubernamentales a fin que fueran lo suficientemente efectivas para revertir los ataques de la derecha fascista; tal como ocurrió luego del golpe y paro petrolero de 2002 cuando surgieron las misiones como respuesta audaz al ataque fascista.

En Venezuela no vivimos una pequeña crisis económica, sino que PADECEMOS LA CONTINUACIÓN DE UNA GUERRA SUCIA Y DESLEAL DE LA BURGUESÍA PARASITARIA CONTRA EL PUEBLO. Esto no podemos olvidarlo, hay que decirlo, explicarlo, demostrarlo y en consecuencia motivar y persuadir al pueblo y las instituciones de gobierno, para actuar contra este ataque, con audacia, valentía y convicción revolucionaria, que es el elemento que sostiene la moral que nos ha asistido durante estos 15 años de Revolución, para llevar a cabo este glorioso proceso de transformación del país.

Sin embargo, hay que decirlo, resulta preocupante el avance de la derecha en este sentido, incluso voceros que se auto proclaman revolucionarios han caído en el discurso de argumentar que el acaparamiento es consecuencia de la “falta de dólares” o peor aún, que la especulación es el arma del comerciante para poder comprar productos caros y vendérselos al pueblo, como si se tratara de un favor que hacen algunos comerciantes ladrones para abastecer al pueblo. Este contrasentido hay que enfrentarlo, denunciando a quienes esconden y aumentan los precios como lo que son: comerciantes tramposos y usureros; quienes han llevado al pueblo a hacer grandes colas para adquirir productos son los burgueses parasitarios que viven de las importaciones, tal y como lo hicieron en 2002 con la gasolina, el gas y los propios alimentos.

Los revolucionarios sabemos quién es el culpable de la situación que vivimos, son los enemigos del pueblo, la burguesía parasitaria que ataca una vez más usando el hambre como mecanismo de presión contra el pueblo. Reitero una y mil veces No podemos confundirnos en la autocritica, una cosa es la permanente necesidad de mejorar y ajustar nuestras políticas, y otra cosa muy distinta es creer que ya el enemigo fascista, no es nuestro enemigo.


domingo, 2 de junio de 2013

El Plan de Capriles: la VIOLENCIA como política

 Hemos señalado la importancia del esfuerzo que el Presidente Nicolás Maduro, impulsando el legado del Comandante Chávez, hace en función de potenciar la Política como escenario para el debate, la confrontación de ideas y propuestas, pero sobre todo, para que en un gobierno democrático, se sirvan las partes a reconocerse mutuamente y a partir de allí a desarrollar el juego de la política con reglas claras y aceptadas. El candidato dos veces derrotado en menos de un año, Capriles y sus desesperados y asesores vieron de inmediato el impacto positivo que esta forma de ver y hacer política está teniendo en el país chavista, pero también en el no chavista, a partir de los últimas actuaciones del Alto Mando de la Revolución, el Gobierno de Calle, las reuniones con empresarios, medios de comunicación, la política económica, el reimpulso al sector industrial y agrícola; el reimpulso y fortalecimiento de relaciones internacionales y en general el retorno de la política para seguir construyendo el país que queremos en Revolución. Frente a estos impactos positivos, opta de inmediato el candidato perdedor por la violencia como herramienta política, exponiendo una vez más sus costuras fascistas. Esta vez con apoyo del Departamento de Estado de EEUU que evidentemente presiona al Presidente Santos a recibir a Capriles en Bogotá, uno de los objetivos de la visita del Vicepresidente Joe Biden días atrás a Colombia, a fin de generar una escalada negativa en las relaciones recompuestas entre los dos países hermanos. Además de adelantar una agenda conspirativa y desestabilizadora de la mano de Uribe y Roger Noriega, como lo ha denunciado el propio Presidente Maduro. Esto evidencia no solo la injerencia del Gobierno Estadounidense en el asunto y la poca soberanía política del gobierno colombiano, sino además que Capriles y su combo están convencidos de que solo por el camino de la violencia es que podrían llegar al poder. El uso de la violencia como herramienta política deviene en terrorismo, ya Capriles ha cumplido todas las fases de su plan en el país, desconocimiento de resultados electorales, desconocimiento de los cinco poderes públicos, desconocimiento de las instituciones, amedrentamiento, persecución y muerte a quienes se le oponen políticamente. Ahora la agenda violenta toma el área internacional, denuncias infundadas en “organismos internacionales”, giras para mancillar y traicionar a la patria y más recientemente generar desencuentro entre nuestros países hermanos y vecinos, mientras en contraposición la Revolución Bolivariana tiene entre sus mayores virtudes abogar por la diplomacia de los pueblos, su sensibilidad por los pobres y los oprimidos, la conciencia por el socialismo democrático como alternativa, pero sobre todo la defensa de un proyecto hegemónico que se construye con la efervescencia popular, sin dogmatismos capitalistas, y que tiene como reto principal la reinvención constante y creativa de la política social, ejemplo de ello la reciente cumbre de la UNASUR para desarrollar la agenda ambiental para nuestra región. Para quienes no son democráticos el fin justifica los medios, para los revolucionarios socialistas y democráticos, primero siempre está la patria, nuestra gente y por ello seguiremos apostando a la política como escenario para hacer la revolución; pero para aquellos que nos ataquen, que usen la violencia como medio les recuerdo que, como dijo mil veces el Comandante Chávez, esta revolución es pacífica pero no está desarmada!.

  Hugo Cabezas
 Caracas 5 y 45 pm
www.kratoscp.com