Las medidas económicas en el kratos revolucionario

El Kratos de la política revolucionaria exige revisar sólidamente la relación entre economía y sociedad. Esta discusión ha estado presente entre los clásicos del pensamiento político, y toma vuelo en ocasión de la crisis del capitalismo que recorre el mundo y se posa sobre los grandes estados del liberalismo económico, desbocados por la fiebre especulativa, el individualismo radical y la ideología globalizadora, que producen un fetichismo alienante de la relaciones sociales. Pero como todo sistema económico, social, y político requiere un plan de dirección, al buen gobernante le corresponde pilotar la nave del gobierno, de acuerdo a circunstancias especiales. De allí, que al gobierno revolucionario le haya tocado elegir entre alternativas posibles desde hace 14 años, repensando la función social y humana de la economía. Obligando desde el kratos constituido a señalar el rumbo obediencial de las reglas de juego de la democracia participativa y protagónica, el Presidente Hugo Chávez ha venido adoptando medidas que le dan un giro de timón a los objetivos del kratos económico, entendiendo como decía el Ché Guevara que el capitalismo no tiene nada de humano que ofrecer a la inmensa mayoría de la humanidad, ni material ni espiritualmente. En esto no podemos olvidar la sentencia infame de la clase capitalista contra nuestra economía socialista. Y por esta razón, el gobierno del Presidente Hugo Chávez, apegado a la valoración crítica de la economía y bajo un renovado código de la ética socialista, está a la vanguardia de un proceso siempre vigilante de la simbiosis entre economía y sociedad, y de la defensa de los intereses supremos de la nación, en razón de lo cual se hacen necesarios los ajustes en el sistema económico, apegándose a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a la normativa especial vigente. Sin apegarse a la esfera material y pensando en la oportunidad para encontrar efectos inmediatos, además de solventar algunas distorsiones en el llamado “mercado paralelo”, inducidas por actores y grupos económicos desestabilizadores y mercantilistas, quienes han convertido sus ambiciones derechistas en potenciales amenazas para la buena marcha del sistema económico nacional, y que en su afán desmedido de construir riqueza de manera fácil, intervienen ilegalmente en cada espacio de poder, con el deseo de esclavizar a nuestro pueblo generando incertidumbre y desconfianza en la economía, promoviendo alteraciones que pudieran llevar a la violencia y a la ingobernabilidad política. En el Consejo de Ministros número 857, el Vicepresidente Nicolás Maduro hizo el anuncio oficial de las medidas, junto al Ministro de Planificación, Jorge Giordani, y el Presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, quienes han hecho una descripción detallada de las medidas orientadas a fortalecer el desarrollo de la economía y mantener la inversión social. En detalle, se anunció asignar divisas anuales a los fines de garantizar el mayor bienestar social, estimular el crecimiento económico y bajar la inflación, además de equilibrar los flujos de disponibilidad de divisas, adaptándolos a las necesidades del Estado y a la orientación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación. Para darle orientación a este proceso y llevar un control de las acciones encaminadas a corregir los defectos que se vienen enfrentando, se crea el Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario, y orientar la aplicación de los certificados de no producción e insuficiencia, de acuerdo con los objetivos nacionales del Plan de Desarrollo Económico y Social y la disponibilidad de divisas. En la misma dirección, se encamina el nuevo sistema integrado y automatizado que permitirá el cruce inmediato de información entre el Ministerio de Planificación y Finanzas, el BCV y el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT). Pero la tarea fundamental de esta nueva instancia es presentar al Presidente de la República las políticas y proyectos tendientes a aumentar el flujo de divisas al país, adicionalmente a las provenientes de la industria petrolera, así como darle coherencia al financiamiento en divisas a las políticas anuales de importación y exportación no tradicionales. Bajo este Órgano quedará la responsabilidad de velar por la eficacia, eficiencia y buen funcionamiento de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), y coordinar el flujo de divisas que ingresan a la nación en función del desarrollo integral. En este sentido, obligados por las circunstancias, disipando los rumores, y bajo la batuta del gobierno que más ha sincerado históricamente la relación entre la moneda nacional y la principal divisa del comercio internacional, se incrementa el tipo de cambio en un 46,5%, lo cual indica el paso del valor de 4,30 a 6,30 por dólar. Aparte de lograr una efectividad en el sistema de cambio, el gobierno revolucionario hace todo lo posible para romper institucionalmente los eslabones de la corrupción auspiciada por las mafias que trafican deshonestamente con las divisas del Estado; que en nada podemos comparar con aquel viernes negro del Presidente Herrera Campins que favoreció a clanes económicos a espaldas del resto de la población venezolana que vivían en la pobreza extrema, por el contrario, las políticas económicas revolucionarias adoptadas por el presidente Chávez en defensa de las misiones sociales, que favorecen a los más desposeídos. De manera que a nivel político, institucional, administrativo y técnico, el gobierno revolucionario lucha para proteger nuestra moneda y mantener el engranaje social de la economía. En consecuencia, estas medidas se toman como correctivo estructural e institucional a las condiciones ambientales e individualistas, que buscan a toda costa la especulación y la fuga de capitales por parte del sector privado, estimulados por vía de delitos electrónicos, el fraude en la adquisición de mercancías y la evasión de los controles del Estado.

Hugo Cabezas